El estado de efervescencia electoral brilla por su ausencia en el oficialismo. Los actos que se organizan en la previa a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo que viene solo sirven para visibilizar la oferta electoral que, en Tucumán, Unión por la Patria propondrá para las generales del 22 de octubre. Pablo Yedlin encabeza la nómina oficialista; le siguen Gladys Medina, Carlos Cisneros, Elia Fernández de Mansilla y Reneé Ramírez. La lista lleva la impronta de Juan Manzur. Tan solo Medina, esposa del intendente de Banda del Río Salí Darío Monteros, está identificada desde hace tiempo con el gobernador electo Osvaldo Jaldo. De hecho, Monteros integra el círculo más íntimo del nuevo mandatario. Aún así, el Partido Justicialista, la columna vertebral del frente, no encendió los motores electorales como en sus mejores tiempos; va a velocidad crucero, tan solo para llegar a la meta; tan sólo para intentar salvar la ropa frente a la vara elevada que le ha dejado los comicios provinciales del 11 de junio. Entonces hubo unidad porque había mucho más en juego a nivel local. Hoy la convicción es que, más allá de los yerros de la Casa Rosada, Sergio Massa y Agustín Rossi llegarán con el respaldo de al menos un tercio del electorado a las generales de octubre. Lo que la dirigencia no toma en cuenta es que el test del domingo servirá para dividir el trigo de la paja, aquellos que se juegan por el proyecto de otros que tienen un horizonte limitado en la política o bien que alcanzaron sus objetivos políticos.
El triste episodio que le costó la vida a una niña en Buenos Aires por un ataque de motochorros contribuyó a calmar los ánimos proselitistas. No hay cierres de campañas masivos; tampoco tanta adrenalina política. Las PASO llegan con un clima enrarecido por la incidencia de la economía en las decisiones electorales, además de una apatía generalizada de los ciudadanos frente a la falta de respuestas a las demandas sociales. Los candidatos presidenciales son los mismos de siempre. No hay renovación. La diferencia está en el discurso, aunque todos ellos tienen la misma misión: rescatar a la Argentina de su enésima crisis.
La sección electoral Oeste ya tuvo sus encuentros, tanto los que organizaron los dirigentes cercanos a Jaldo como los que vienen apoyando a Manzur. En el Este, Monteros volvió a reclamar el apoyo popular a un gobierno provincial que necesitará que, en Balcarce 50, siga un presidente políticamente afín. Ese es el mensaje que transmitió el intendente bandeño y algunos de los precandidatos a diputados por Unión por la Patria. En su discurso, Monteros trazó una línea respecto de quiénes pugnarán el domingo en la urnas. “Hay un modelo de inclusión social y de contención a los trabajadores y se llama Unión por la Patria. Y está otro, que representa el ajuste, que va contra los derechos de esos trabajadores”, diferenció el legislador electo. A ese acto asistieron, entre otros, el intendente electo local Gonzalo Monteros, los precandidatos a diputados Yedlin, Medina y Ramírez y el dirigente de ATE, Jorge Flores, que fue presentado como nuevo conductor del gremio estatal. Jaldo no asistió porque, según dijeron sus colaboradores, se adhirió a la jornada de duelo por el asesinato de la niña en Lanús.
En la Capital, mientras tanto, tras firmar decretos en la Casa de Gobierno, Manzur concurrió al acto organizado por el presidente del Ente de Infraestructura de Tucumán, Christian Rodríguez, al que asistieron, entre otros, el vicegobernador electo y ministro del Interior, Miguel Acevedo, y la intendente electa y actual diputada, Rossana Chahla. En la oportunidad, el mandatario reclamó a la dirigencia apoyar a la fórmula Massa-Rossi. Manzur se mostró confiado en que el domingo habrá un triunfo del oficialismo, tal como lo dijo el martes tras el acto realizado en ATSA. “Este domingo daremos el primer paso para consolidar un proyecto comprometido con políticas que alientan la movilidad social ascendente. Nuestros precandidatos son hombres y mujeres preparados para defender a la provincia, trabajando codo a codo con Osvaldo Jaldo y Miguel Acevedo”, tuiteó en esa oportunidad. En la tarde de ayer, el jefe regional del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), Gerónimo Vargas Aignasse, también organizó otro acto de cierre.
Tanto Manzur como Jaldo aguardarán los resultados de las PASO en la Casa de Gobierno. No habrá grandes convocatorias, según pudo establecer LA GACETA, como tampoco una recepción integral como en otras elecciones pasadas.
Las proyecciones oficiales indican que la concurrencia a las urnas no será tan masiva como en las provinciales del 11 de junio. Por ende, el resultado será inferior a los 610.000 votos obtenidos hace dos meses y que consagró a la fórmula Jaldo-Acevedo. La movilización tampoco tendrá la fortaleza de antes. El financiamiento de la campaña pasada ha sido importante, a tal punto que intendentes, comisionados rurales, legisladores, concejales y otros dirigentes del oficialismo señalan que no hay combustible suficiente como para movilizar un ejército de fiscales. La apuesta de mínima es llegar a los 430.000 sufragios de apoyo en las internas del domingo. Hacia octubre, la historia puede modificarse, aducen los estrategas de Unión por la Patria.
El cierre de la campaña encontró al Gobierno envuelto en algunos conflictos sindicales, particularmente con el sector docente, cuyos gremios tuvieron que acatar la conciliación obligatoria y, así, suspender el paro de actividades. Se espera que entre hoy y la semana que viene haya algún tipo de avances en las negociaciones salariales, para luego sentarse a conversar con el resto de los gremios estatales.
Tras las PASO, el gobernador tiene previsto encabezar el lunes el acto para tomar juramento a efectivos de fuerzas de seguridad. La ceremonia, que originalmente estaba prevista para el 17 de este mes, se realizará frente al acceso principal del Palacio de Gobierno. En tanto, el vicegobernador profundizará las reuniones para arrancar con el armado de los equipos de trabajo que colaborarán con él durante la transición hasta el recambio institucional del 29 de octubre próximo. Según trascendió, esos hombres y mujeres no necesariamente conformarán el futuro gabinete de ministros y secretarios de Estado, sino que se encargarán de analizar la situación general del Ejecutivo, área por área. De hecho, hay ministros que ya preparan informes de cierre de gestión. “Se trata de ordenar expedientes y otros documentos para facilitar la tarea al funcionario que llegue en la nueva gestión”, explicó un funcionario manzurista.